Luis G. Segura «Un paso al frente»

LuisGSeguraCon motivo de la repercusión del Libro Un paso al Frente, queremos volver a actualizar la entrevista que pudimos realizar sin ningún tipo de censura ni corta pisa al Teniente Luis Gonzalo Segura , siendo de los primeros medios en hacernos eco de la novela , apostanto  y apoyando dicha publicación desde el principio.

Un paso al frente es la obra del Teniente en activo Luis Gonzalo Segura de Oro-Pulido, donde a modo de novela-denuncia, nos cuenta el día a día de militares españoles y destapa algunas de las miserias que existen dentro de los muros del mundo militar,  sin tapujos e intentando abrir la caja de Pandora de este grupo de personas que componen nuestras FAS.

EDM- Un paso al frente es su primera novela, ¿de donde nació la idea de escribir este libro?

LG- Lo primero fue la frustración que por otra parte me parece que es compartida por compañeros y ciudadanos. A partir de ahí, escribir se convirtió primero en una necesidad y después en una obligación. Casi una cuestión de honor.

EDM- ¿ Se ha basado usted en hechos reales o es protagonista de alguno?

LG- Pues la novela tiene una mitad basada en hechos reales o vivencias personales pero la otra mitad es pura ficción que lo que pretende es amenizar la lectura. Para el lector es fácil porque a mayor acción menor verosimilitud. Dicho esto, por ejemplo, la parte que se desarrolla en Afganistán está basada en una famosa batalla librada en Iraq (La batalla del 4 de abril).

EDM- ¿ Que cree que podrán opinar algunos de sus compañeros?

LG- Creo que hay compañeros que se sentirán identificados porque entenderán que lucho por conseguir libertades esenciales (como la libertad de expresión o manifestación) y por terminar con un estado medieval paralelo como son las Fuerzas Armadas.

EDM- ¿ Que es lo que quiere mostrar con este libro?

LG- La lectura de este libro puede ser interesante para los militares pero también para la sociedad en general. Ex militares o antiguos reclutas que hicieron el servicio militar obligatorio pueden tener una ventana
para comprobar la evolución de este mundo que desde que se suprimió «la mili» ha quedado sumido en la mayor de la oscuridad. Por otro lado, como antes he comentado, se muestran unas Fuerzas Armadas con un enorme parecido a un estado medieval sobre un sustrato de una sociedad de castas. En esta sociedad, la casta dominante es la que compondría la antigua escala de oficiales y dentro de ellos quienes realizan el
curso de Estado Mayor. Ellos son los máximos responsables de la situación actual y son quienes están obligados a mostrar empatía y generosidad para terminar con los privilegios que tienen y desterrar de una vez por todas la corrupción, los abusos, los «porque yo lo digo«, los caciquismos de turno del coronel o general que ignora lo que firma un Jefe de Ejército o un Ministro y esas «necesidades de servicio» incomprensibles. Un ejemplo de todo esto es ver cómo en época de crisis se suprimió el acceso a la escala de suboficiales desde el exterior para no aumentar el gasto de personal, de la misma forma se redujo de forma drástica los componentes de la escala de tropa (unas 10.000 bajas por 1.500 altas) pero nadie osó eliminar el acceso externo a la escala de oficiales cuando los gastos en personal suponen el 75% del presupuesto, el presupuesto se ha reducido por debajo de los 6.000 millones de euros y la deuda se acerca a 29.000 millones de euros.

¿Por qué se redujo la tropa y se impidió el acceso de suboficiales desde el exterior pero no se tomó medida alguna con la escala superior máxime cuando la macrocefalia era y es tan grave? La respuesta es muy sencilla y no es otra que ello hubiese impedido que los hijos de muchos oficiales de la superior pudieran serlo. Tal medida hubiese impedido a los vástagos recibir la herencia paterna y perpetuar el sistema.

Podríamos hablar durante horas…

EDM-¿ Teme algún tipo de represalia por la publicación de este libro?

LG- Todas las del mundo. No hay que ser muy listo para darse cuenta de la cantidad de faltas leves, graves y expedientes son abiertos a los representantes de las distintas asociaciones. ¿Es que pasan de ser militares ejemplares a ser pésimos militares? Es lógico concluir que hay una vergonzosa persecución contra ellos. El año pasado el presidente de AUME fue encerrado durante un mes en un centro disciplinario por recomendar moderación en los gastos superfluos. Por otro lado, existe un lamentable doble rasero que ha quedado en evidencia al comprobar cómo el Teniente Coronel jurídico que afirmó que la constitución era «bastarda y espuria» y que renegaba del rey no sólo no recibió reprensión alguna sino que hubo «manos negras» que le promocionaron a coronel por encima de otros compañeros. Claro, hasta que saltó la noticia a la prensa y entonces.. ¡Sorpresa! Pasa a la reserva.

Es decir, ¡le recompensan con una prejubilación!

EDM- ¿ Por qué cree que hay tanto hermetismo dentro de lo militar?

LG- Represión y ley de silencio. Hablar de forma pública siempre supone para un militar ingresar en una «lista negra» y tirar por la borda la carrera militar. Eso es porque el sistema es ineficaz y necesita un cambio. Cuando se trata de un militar temporal supone su expulsión. Es lamentable que en Europa y en el siglo XXI no exista libertad de expresión. Y un asunto más grave es que militar no puede ni discernir con el jefe (hay casos en los que si), ni caerle mal, ni resultarle feo porque si eso ocurre las calificaciones bajan y se desaparece del listado de candidatos a medallas o a las vacantes de libre designación (las vacantes a dedo). Ello genera que los militares que protestan o piensan que algo debe cambiar van a los peores destinos y son los últimos en ascender. Quedan relegados y marginados. Por tanto, las Fuerzas Armadas actuales lo que premian es la sumisión y el corporativismo por encima de cualquier otro valor. Si eso es así por cualquier problema con un jefe imagínese lo que ocurre cuando alguien hace pública su disconformidad.

EDM- ¿ Cree en la apertura de este mundo?

LG- Tengo que creer, claro que si. España no puede permitirse seguir ignorando la imperiosa necesidad de reformar sus Fuerzas Armadas.
Debe, además, reformarlas en su totalidad. No vale con un pequeño lavado de cara, que es lo que quizá harán. Se necesita reformar la estructura completa eliminado las calificaciones, las medallas y las escalas. Hay que dotar a la tropa con la categoría de militar de carrera porque se lo merecen y externalizar e independizar la justicia militar y los elementos de control. por otro lado, hay que crear una estructura piramidal que termine con la macrocefalia y un sistema que permita rejuvenecer a las Fuerzas Armadas traspasando para ellos a los componentes que cumplan 45 años o 25 años de servicio a la administración pública, lo que por otra parte supondría un ahorro considerable al Estado (al reducirse el gasto en personal en Defensa, al ahorrarse nuevas nóminas y al eliminar el gasto en «prejubilaciones«).

EDM – Por ultimo si desea decir algo más…

Espero que los poderosos, esa casta dominante de la que hablábamos, entienda que yo no soy su problema. Sus problemas son no dotar a la tropa de la categoría de militar de carrera, impedir el ascenso de los suboficiales, pretender represaliar a los que no se sometan a su voluntad, perpetuar privilegios y abusos difícilmente entendibles en el mundo actual, creer que las Fuerzas Armadas están a su servicio cuando realmente son ellos los que tendrían que servirlas, y tantas y tantas cosas…

Desde el EDM | Diario Militar le agradecemos la oportunidad que nos ha brindado de conocer su opinión.

Carmen Díaz