Siria: una intervención militar anunciada

Jesus_ArgumosaSe tienen informes de inteligencia procedentes de varias fuentes fiables -de Israel, Reino Unido, Francia y Estados Unidos- que ratifican el empleo por el régimen de Siria de armas químicas contra la población en la ya larga guerra civil, de más de dos años, que se lleva a cabo en dicho país. Según el secretario de Defensa norteamericano, Chuck Hagel, se ha utilizado gas sarín que tiene efectos letales.

Si este hecho se confirma in situ supone que el Gobierno sirio ha traspasado la «línea roja»- uso de armas químicas contra la población civil – que, en repetidas ocasiones, ha señalado el presidente norteamericano, Barak Obama, la última de ellas en su visita a Jordania e Israel el pasado mes de marzo. En concreto, Obama ha dicho que «habrá enormes consecuencias si vemos que las armas químicas son utilizadas».

Hasta ahora, Estados Unidos ha entregado cerca de 400 millones en ayuda humanitaria a Siria, entrenado a grupos rebeldes en Turquía por medio de la CIA, facilitado la entrega de armas y abastecimientos por los países árabes sunníes a las facciones de rebeldes moderados, no a los radicales islámicos de Al Qaeda.

Obama quiere asegurarse de la exactitud de estos informes para no cometer el mismo error que se produjo en Irak. Para ello, pretende que se envíe una Comisión internacional de la ONU, que ya se ha ofrecido, con plena libertad para visitar los arsenales y el campo de batalla -con el permiso del gobierno sirio-, recoger testimonios directos indiscutibles de algún grupo de la oposición creíble o recibir pruebas irrefutables de algún país aliado.

El presidente norteamericano está sujeto a presiones externas e internas, con independencia de que existe un gran temor de que las armas químicas caigan en manos de los rebeldes yihadistas. Por un lado, Reino Unido y Francia están pidiendo que se levante el embargo de armas para los rebeldes. Por otro lado, algunos senadores republicanos y demócratas, como John McCain yCarl Levin, le están reclamando que establezca una zona de exclusión aérea en el norte de Siria. Además, está obligado por el compromiso que ha asumido en sus declaraciones.

Varias opciones se le presentan a Obama que debiera hacerlas en el marco multilateral. Desde la implantación de una zona de exclusión aérea para evitar que la aviación siria ataque a su propia población -la responsabilidad de proteger- hasta ataques a los sistemas antiaéreos pasando por suministrar armas a los rebeldes moderados o establecer un corredor humanitario.

Obama tiene en contra, la posible extensión del conflicto por la región y la previsible oposición de Rusia, China e Irán. A favor, el fuerte desgaste del Ejército sirio, el apoyo aliado y regional y el incremento del Ejército Libre de Siria en entidad, 30.000 efectivos organizados, y en operatividad. La inacción puede envalentonar no solamente al régimen sirio sino también a países como Corea del Norte e Irán.

Si se confirma, con plena certeza, la utilización de armas químicas por parte del régimen sirio, Obama debiera inclinarse por la intervención militar. La realidad es que la guerra civil está castigando brutalmente al pueblo sirio -más de 70.000 personas muertas, la mayoría inocentes-. Los supuestos de su posible extensión regional solo constituyen meras hipótesis. En el caso de la revuelta egipcia los agoreros fracasaron.

Fuente: Atenea